miércoles, 1 de junio de 2016

Tabla de deficiencias y nutrientes del cannabis



Nitrógeno (N)
Los síntomas de una deficiencia en el nitrógeno incluyen: tallos rojos, poco crecimiento, aspecto pálido de la planta y rápida coloración amarillenta de las hojas inferiores que se extiende hasta la planta. Para solucionar esta situación en particular, sólo debes añadir un fertilizante orgánico que contenga nitrógeno y controlar la planta.



Fósforo (P)
Los síntoma de una deficiencia de fósforo incluyen: tallos rojos, crecimiento lento, atrofiado o deformado pero también hojas inferiores de un color verde más oscuro así como hojas amarillentas que mueren. Agregar un fertilizante orgánico que contenga fósforo puede solucionar este problema; ten en cuenta que aunque la mejora en las zonas dañadas no se muestre, el nuevo crecimiento será más normal.



Potasio (K)
Otro problema similar a las deficiencias de nitrógeno y de fósforo, es la deficiencia de potasio. Los síntomas son similares e incluyen, además, el rizado de los bordes de la hoja y su muerte, y un estiramiento de la planta. Se puede solucionar agregando un fertilizante orgánico que contenga potasio. Otra solución podría ser regar la planta con agua y la mitad de la cantidad normal de una solución de nutrientes NPK equilibrada (nitrógeno, fósforo, potasio).



Calcio (Ca) 
Las plantas que carecen de un equilibrio en el calcio pueden provocar que el sustrato sea demasiado ácido. La deficiencia de calcio se puede solucionar con nutrición foliar (agregando fertilizante líquido directamente a las hojas de la planta): una cucharada de café de cal dolomita por cuarto de agua hasta que la condición de la planta mejore.



Azufre (S)
Si el nuevo crecimiento de una planta incluye hojas amarillentas, probablemente sufra de una falta de azufre. Esta deficiencia se puede solucionar mezclando una cucharada de café de sales Epsom por cada 4,5 litros de agua hasta que la situación de la planta mejore.



Magnesio (Mg)
La deficiencia de magnesio normalmente empieza en el medio de la planta y se extiende a las hojas más jóvenes. Las hojas que se vuelven amarillas, o incluso blancas, con los nervios de color verde oscuro es el mejor indicador de una falta de magnesio y se puede solucionar rociando con una solución de la Epsom del 2%.



Hierro (Fe)
Las hojas pálidas con nervios de color verde oscuro son signos indicativos de una deficiencia de hierro y se puede solucionar a través de la alimentación foliar con un fertilizante orgánico que contenga hierro.



Manganeso (Mn)
Cuando existe una gran cantidad de magnesio en el sustrato, aparecen manchas amarillas o necróticas en las hojas superiores. Para curarse, la planta necesita alimentación foliar con un fertilizante orgánico que contenga manganeso.



Boro (B)
Los brotes muertos o grisáceos que parecen quemados son indicios de una falta de boro y se pueden tratar con una cucharada de café de ácido bórico por cada 4,5 litros de agua.



Molibdeno (Mb)
Una deficiencia de Mb incluye el amarilleo de las hojas del medio y se puede tratar con un fertilizante orgánico que contenga molibdeno.



Zinc (Zn)
Cuando se forman áreas blancas en las puntas de la hoja o entre los nervios, la planta tiene una deficiencia de zinc. Se puede tratar añadiendo fertilizante orgánico que contenga zinc o enterrando clavos galvanizados en el sustrato.



Exceso de fertilización
Indicada por las puntas de las hojas quemadas o amarillentas, la fertilización en exceso se puede solucionar regando con 12 litros de agua por cada 4 litros de sustrato.



Fuente: Royal queen seeds

viernes, 4 de diciembre de 2015

7 reglas de oro para el cultivo de semillas feminizadas


La mayor parte de gente que cultiva semillas de cannabis feminizadas disfruta de las ventajas de conocer sus variedades favoritas desde el comienzo, pero sin tener que germinar más semillas de las que desea cultivar finalmente o tener que preocuparse del sexado. Esto es lo que ha hecho que su difusión y aceptación haya crecido de manera espectacular estos últimos años.

Sin embargo, tampoco es raro que cultivadores de marihuana menos experimentados se presenten en un Grow-Shop cualquiera y planteen situaciones como la siguiente:
CLIENTE: Buenas, oye mira, el otro día compré unas semillas femeninas y me han salido algo raras, creo que ha aparecido un macho…
TIENDA: ¿feminizadas?…bueno, normalmente tienen una garantía de que salga hembra muy alta, más de un 99%…pero bueno, siempre hay que tener en cuenta tu zona de cultivo, que materiales has usado, hay cosas que influyen aparte de la genética de la semilla…

Efectivamente, aunque Dinafem vende semillas de marihuana feminizadas con garantía, nos ha llegado alguna reclamación de nuestros clientes sobre la aparición de machos o hermafroditismo en nuestras semillas. Estamos seguros de que en la mayor parte de los los casos, la calidad de la semilla y su feminización no han sido el problema, sino las condiciones ambientales, que pueden ser tan diversas que pueden llegar a alterar completamente el resultado de una semilla; a pesar de que no tengamos duda de la calidad de nuestras semillas, o precisamente por eso, cumplimos con el compromiso de garantía si el cliente reclama.

Por otra parte, el cliente no tiene la culpa de no tener un sitio perfecto para cultivar las semillas de marihuana y de no saberlo todo, al contrario, pensamos que como tantas otras cosas el cultivo es una experiencia vital progresiva en la que muchas veces avanzamos a base de simple prueba y error, así que tratamos de ayudar lo mejor que podemos desde nuestra experiencia, volviendo a enviar al cliente nuevas semillas frescas.

Hay toda una serie de factores que pueden inducir al desarrollo de flores macho que es fundamental tener en cuenta para obtener los mejores resultados de una semilla de cannabis; los hemos resumido en siete puntos clave o “ siete reglas de oro” fáciles de seguir y mantener en el cutivo y que os permitirán no formar parte de ese 0,01% al que las semillas feminizadas se le convierten durante el cultivo en fornidos machos:

1. Que nunca le falte humedad, especialmente al principio, cuando la plántula requiere que la humedad relativa permanezca alta, por encima del 60%

2. Que nunca se seque demasiado, mantener un equilibrio de la humedad sin que la planta llegue a dar síntomas demasiado evidentes de necesitar agua. Si se secan demasiado durante los primeros estadios del crecimiento, la planta arrastrará problemas más adelante.

3. Nunca ahogarlas con riegos excesivos y demasiado abundantes, dejar tiempo para que la planta “respire” entre riegos. No inundarlas, no saturarlas de agua y nutrientes. Se pierden más plantas de marihuana por excesos de cuidados y atención que por no “estar encima de ellas”

4. Evitar los excesos de calor, cuidando de no superar los 28 grados, especialmente en la fase de plántula. Manteniendo una temperatura media de 20- 22ºC están perfectas.

5. Que no le falte suministro de nitrógeno, imprescindible para el crecimiento y desarrollo natural de la planta.

6. Durante el crecimiento, no conviene el uso de luz con un espectro demasiado rojo, color de luz más propio de la floración. Conviene la luz más azulada, o blanca, como halogenuro metálico o fluorescente de crecimiento. Las bombillas de sodio de crecimiento también están bien.

7. Limitar Fósforo y Potasio, nutrientes que la planta requerirá en abundancia durante la floración Obteniendo la máxima eficacia de nuestras semillas automáticas.

Desde 2009, Dinafem ofrece en su catálogo una nueva variedad feminizada y automática, la Roadrunner Automatic. El cultivo de está variedad no difiere en general del resto, y sin embargo, tiene una serie de peculiaridades que debemos tener en cuenta para que, adecuando nuestra forma de cultivar a sus necesidades, obtengamos de nuestra “automática” un resultado excelente.

Hemos agrupado estos consejos en otras siete reglas básicas que todo cultivador de cannabis que vaya a probar nuestra Roadrunner Automatic debería tener en mente:
1. Las “automáticas” necesitan días largos y de gran intensidad lumínica para crecer al máximo; cuanta más luz, mejor. Están preparadas para aprovechar al máximo la energía lumínica disponible. En interior se recomiendan 20h. de luz.

2. En exterior, sembrar semillas de marihuana por ejemplo desde el 15 de mayo hasta el 1 de Agosto para lograr el mejor resultado si cultivamos en la zona norte de la península, zonas de montaña y demás.

3. En zonas más cálidas, como la costa del mediterráneo, Baleares, Canarias, etc., se podrá cultivar en exterior con excelentes resultados desde Marzo hasta Noviembre, pero la mayor producción será en verano.

4. Usar un sustrato lo más suelto y esponjoso posible, cuanto más suelto y oxigenado, mayor y más rápida expansión del sistema radicular. En exterior, convendría mejorar nuestra huerta con sustratos comerciales de calidad que usamos en interior.
5. Si tenemos que cultivar cannabis en contenedores, convendría usar macetas de buen tamaño para permitir la rápida expansión de la raíz, en interior usar tiestos de 7-11 L.

6. Obtendremos resultados inmejorables con un sistema hidropónico, por ejemplo con un sistema de riego por goteo de solución nutriente.

7. Mantener la humedad del sustrato más baja de lo habitual. Nunca ahogar a la planta con el riego, especialmente en cultivos en tierra. Cuanto más suelto el sustrato, más se puede regar. Si usamos fertilizantes biológicos el rendimiento será algo menor, pera la calidad será mejor.

Teniendo en cuenta estos sencillos consejos podréis obtener el mejor resultado a la hora de cultivar cualquiera de nuestras variedades feminizadas, y ahora, de la nueva Roadrunner Automatic. Los que cultiven por primera vez alguna de las variedades del catalogo de Dinafem encontrarán muy útiles estas reglas, igual que los que prueben la nueva automática por primera vez.

Enviamos un saludo a todos los que siguen confiando en nuestras semillas de cannabis y a todos los lectores de Soft Secrets, invitando a todo el mundo a que se pase a comentarnos cualquier duda o sugerencia sobre nuestras variedades en Dinafem

Fuente: Dinafem

Tener en cuenta sobre cultivo interior de marihuana



Una vez germinadas las semillas de marihuana, las plántulas de marihuana se encuentran en plena etapa de crecimiento vegetativo. En este artículo vamos a hablar de los factores que afectan al crecimiento del cannabis, para obtener el mejor rendimiento de nuestras plantas de marihuana en el cultivo de interior.

Temperatura y humedad: La temperatura ambiente del cuarto de cultivo debe mantenerse entre 20 y 30 grados centígrados. Lo ideal es la mitada, unos 25 grados. No hay que volverse loco con la temperatura, y si se mantiene dentro de ese rango, estaremos en valores correctos. Por la noche la temperatura puede descender hasta los 15 grados sin problemas. La humedad ideal se situa entre 45 y 65%.

Luces: Durante este periodo, las luces pueden estar encendidas entre 16 y 20 horas al día, aunque lo aconsejable son 18 horas de luz por cada 24 horas, teniendo unas 6 de oscuridad total. Y contar con un temporizador nos v a permitir olvidarnos de encender y apagar las luces todos los días.

Agua de riego: La regla básica para regar correctamente una planta de marihuana, es la de hacerlo cuando veamos que la tierra de la superficie está seca. Con esta sencilla regla nos aseguramos de no regar con demasiada frecuencia, evitando el problema de pudrir las raíces. Hay que asegurarse de que la tierra se seca antes de regar de nuevo. Si la planta es pequeña y podemos levantarla junto con la maceta, también podemos aprender por el peso cuando es el momento ideal para regar.

Circulación de aire: Una corriente de aire fresco es fundamental para mantener a nuestras plantas de marihuana sanas y fuertes. Además nos puede ayudar a mantener una temperatura más estable, y un correcto nivel de humedad. Incluso por la noche, una ligera brisa es importante. Las plantas está acostumbradas a ser mecidas por el viento, y con este movimiento desarrollan unos tallos y ramas más gruesas y fuertes, ayudando en un futuro a aguantar el peso de los cogollos.

Nutrientes: Los componentes principales de todo abono son 3: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). En cada etapa de desarrollo, la relación varía. Para la fase de crecimiento, la planta necesita más nitrógeno que fósforo o potasio. No hay que pasarse al abonar las plantas, y hay que seguir siempre las recomendaciones del fabricante. Un exceso de fertilización es peor que una falta de nutrientes.

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